¿Qué gana Griezmann con todo esto?

Griezmann jugó todo el partido en el derbi contra el Madrid, pero da igual, el plan del Atlético sigue siendo controlar el minutaje de sus intervenciones para no pagar los 40 millones de traspaso pactados con el Barça tras los dos años de cesión.

Habrá muchos más partidos de 35 minutos que de 90 o no más de 45, que finalmente es lo que les interesa evitar. Simeone traga, dice que es un hombre de club, pero lo cierto es que permite una injerencia en su trabajo que no va en la personalidad de un entrenador de prestigio, a no ser que su personalidad dependa del bolsillo, que por algo es el entrenador mejor pagado del mundo…

Vale, pues ya sabemos que a Simeone no le importa recibir órdenes de arriba. También sabemos que el Atlético pretende rebajar veinte millones en una renegociación con la pistola sobre la mesa. Claramente una práctica chantajista, una falta a la palabra dada, al espíritu inicial del acuerdo. Pero, ¿y Griezmann?

EL TRAPICHEO

Resulta altamente extraño que un futbolista de élite acepte pasarse en el banquillo más de medio partido, de casi todos los partidos, por un trapicheo tan ruin. ¿Qué gana Griezmann aceptando las malas prácticas de Gil and company?

Griezmann es el cómplice necesario al que le están cercenando su libertad y derecho al trabajo y, sin embargo, el tío está tan tranquilo en el banquillo esperando a que llegue el minuto 62. Ni una queja, ni una mala cara, ni una llamadita a la AFE. ¡Qué raro! Y más en un personaje como él, que tiempo atrás se comía el mundo y se veía sentado en la mesa de Messi y Cristiano. ¿Qué le han prometido a Griezmann?

A estos niveles, todos los intereses pasan por el dinero y aquí la jugada es esquilmar veinte millones al Barça, si hubiese acuerdo, o cuarenta, llegando a las últimas consecuencias. Tal vez, solo tal vez, el fin que justifique los medios sea un reparto de beneficios. Nos guste o no, en este mundillo hay personajes oscuros y negocios turbios. Y cuando se juntan, aquello del «piensa mal y acertarás» es casi siempre infalible.