Hallan dos piedras que explican cómo se derrite la Antártida

Hallan dos piedras que explican cómo se derrite la Antártida

El calentamiento del océano circundante va fundiendo los bordes de la plataforma helada

El análisis de dos pequeñas rocas recolectadas en la Antártida ha permitido a los científicos reconstruir la forma en que la capa de hielo de este continente helado se vio afectada por las variaciones climáticas a lo largo de 100.000 años durante el Pleistoceno tardío. Esto ha permitido comprobar que fue el calentamiento del océano circundante lo que provocó el progresivo derretimiento de los bordes de las masas heladas antárticas en el pasado remoto, algo que coincide con lo que sucede ahora a causa del cambio climático de origen humano.

La capa de hielo de la Antártida Oriental es la masa de hielo más grande del mundo. Comprender su sensibilidad frente al cambio climático es crucial para saber cuánto aumentará el nivel del mar a medida que aumenten las temperaturas globales. Estudios recientes sugieren que puede ser más vulnerable a la pérdida de hielo de lo que se pensaba anteriormente.

El nuevo estudio, publicado por científicos de la Universidad de California (EEUU) el 15 de septiembre en Nature Communications, demuestra las variaciones que se produjeron en la base de la capa de hielo antártica como respuesta a cambios cíclicos en el clima durante el Pleistoceno. Estos cambios se reflejan en los minerales depositados en la base de la capa de hielo, unas rocas de apenas unos centímetros de largo que ahora han sido analizadas.

El agua caliente se come los bordes de la Antártida

«Uno de los hallazgos clave es que la capa de hielo se veía afectada por los cambios de temperatura en el Océano Austral», afirma el coautor, Terrence Blackburn, profesor asociado de ciencias planetarias y de la Tierra en UC Santa Cruz. «El agua tibia se come los bordes de la capa helada y hace que el hielo fluya más rápido, y esa reacción llega al corazón de la capa de hielo«, añadió.

Mapa de la Antártida Agencias

Las muestras de rocas analizadas en el estudio consisten en capas alternas de ópalo y calcita que se formaron como depósitos minerales en la base de la capa de hielo, y registraron cambios cíclicos en la composición de los fluidos subglaciales.

«Cada capa en estas muestras es una manifestación de un cambio en la base de la capa de hielo impulsado por variaciones en el movimiento de las corrientes de hielo», señala el primer autor Gavin Piccione.

Al fechar estas capas, los investigadores encontraron una sorprendente correlación entre los niveles de depósitos minerales y el registro de temperaturas de la superficie del mar polar derivadas de los núcleos de hielo. El ópalo se depositó durante los períodos fríos y la calcita durante los períodos cálidos.

«Estas oscilaciones climáticas están causando cambios en el comportamiento de la capa de hielo, de modo que la química y la hidrología debajo del hielo están cambiando», dijo el coautor Slawek Tulaczyk.

Los ciclos climáticos que ponen de manifiesto las capas minerales son fluctuaciones relativamente pequeñas que ocurren cada pocos miles de años dentro de los ciclos glaciales-interglaciares, que ocurrieron cada 100.000 años aproximadamente a lo largo del Pleistoceno. Los ciclos glaciales-interglaciales son impulsados principalmente por cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Una de las piedras halladas, de 9 centímetros de largo