Díaz lanza Sumar para luchar contra la desafección y pide a los partidos «generosidad»


Hay que remontarse a los primeros años de Podemos, a las primeras victorias electorales y sus celebraciones en frente del museo Reina Sofía de Madrid, para encontrar imágenes similares a las que ha dejado este viernes Yolanda Díaz en el estreno de Sumar. En una plaza de El Matadero abarrotada, la vicepresidenta segunda se ha comprometido a combatir la desafección política con un movimiento ciudadano que sirva para construir un «proyecto de país para la próxima década». La también ministra de Trabajo ha presentado su proceso de escucha bajo la premisa de «ensanchar la democracia», y que esta llegue a la fiscalidad, y de trabajar por una «Europa más social».
Bajo un sol que ha elevaba los termómetros hasta los 34 grados a última hora de la tarde, varios miles de personas se han agolpado para asistir al primer acto del proceso de escucha con la sociedad con el que la también ministra de Trabajo pretende configurar un proyecto de país a lo largo de los próximos 6 meses y, después, decidir si se presenta a las elecciones generales de 2023. Díaz escogió para este estreno a siete portavoces pertenecientes a sectores de la sanidad, la educación y el ecologismo, a representantes de los trabajadores de Amazon y de los riders o del mundo de los videojuegos.
Al acto no han asistido los máximos dirigentes de los partidos de la izquierda, como pidió la propia Díaz para evitar que el foco se desplazara del debate abierto ciudadanía a una posible imagen de suma de siglas. Pero sí que han acudido perfiles más discretos de todas las formaciones: María Teresa Pérez, dirigente de Podemos, y el cofundador del partido Juan Carlos Monedero; Sira Rego, portavoz nacional de IU; Joan Mena, Ernest Urtasu y David Cid de En Comú Podem; Enrique Santiago, secretario general del PCE; la portavoz de Más País, Esperanza Gómez y diputados autonómicos del partido de Íñigo Errejón; y varios dirigentes de Compromís.
Además, en las últimas semanas Díaz ha recibido el respaldo de todos los líderes del espacio morado, aunque en distintos grados de efusividad. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, aseguró el pasado miércoles que estarán «contribuyendo a crecer y a la unidad del espacio«. Aunque en ningún momento han dejado de repetir que la vicepresidenta es su candidata para las elecciones de 2023, lo cierto es que el lugar que ocuparán en este nuevo proyecto, aún por definir, ha tensado las relaciones. Las fricciones parecen haberse rebajado en las últimas semanas gracias, en parte, a la necesidad de ofrecer un frente común ante algunos movimientos de Pedro Sánchez.
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Hasta el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, que en los últimos meses ha lanzado varias pullas a la que él mismo designó como su sucesora, afirmó este jueves que estará allí donde Díaz le requiera, como «soldado» que es, y le deseó lo mejor.