A Wimbledon le comen los fantasmas
Rybakina, rusa de nacimiento, conquistó el Grand Slam marcado por el veto ruso
La joven jugadora compite bajo la bandera de Kazajistán desde 2018 por apoyo económico
Wimbledon ha puesto punto y final a su edición más polémica de su historia. El Grand Slam disputado sobre la hierba del All England Club ha estado marcado desde el inicio por el veto a los tenistas rusos y bielorrusos por la guerra con Ucrania.
El torneo no ha repartido puntos para las clasificaciones ATP y WTA debido a la decisión y además se ha llevado una multa de un millón de euros por parte de las organizaciones. Pero por si no fuera poco, el torneo londinense ha visto como se le comían los fantasmas.
Elena Rybakina se coronó con su primer Grand Slam tras derrotar a Ons Jabeur en la gran final. La joven de 23 años juega bajo la bandera de Kazajistán por un tema de apoyo económico en su formación pese a ser rusa de nacimiento.
La decisión que le permitió ganar
Rybakina pudo salvar la prohibición para los tenistas rusos de competir en la presente edición de Wimbledon gracias a la decisión que tomó en 2018 de competir bajo la bandera kazaja a cambio de apoyo económico.
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Pese a las criticas que ha recibido desde su país natal, Rybakina se ha mantenido al margen de toda polémica y se alza como la segunda mujer nacida en Rusia en conquistar Wimbledon tras la victoria de Maria Sharapova en 2004.
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